La equiparación salarial y el magisterio segmentado

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Después del fallo de la Corte Constitucional a favor de la equiparación salarial para el Magisterio Nacional Ecuatoriano y luego de varias jornadas de lucha por la clase magisterial incluidas dos huelgas de hambre, el gobierno  de Lasso se permitió darse un plazo de noventa días para pulir sus nefastas contradicciones y perjudicar una vez más a la educación de nuestro país con un reglamento anticonstitucional y por tanto ilegal, causando enorme perjuicio a las familias de todo el territorio ecuatoriano , porque no solamente está en juego el alza de sueldos a los profesores en la diversas categorías sino que conlleva también diversas connotaciones a todo el tejido social y la economía del país en general.

Si bien es cierto  el alza se ha contemplado a más de la mitad del magisterio, pero inmisericordemente quedan al margen de dicho beneficio cincuenta mil maestros que no recibirán esta justa remuneración constante en la reforma de la LOEI producto de la “interpretación” mal fundada por parte del Ministerio de Educación que maliciosamente confunden los términos lineamientos por requisitos, éste último término no consta en la antes citada reforma y antes por el contrario se expresan claramente los lineamientos para la equiparación en cada una de las categorías.

Además, el Ministerio incluye temerariamente dentro del proceso de la equiparación salarial el ascenso de categoría que es otro capítulo muy distinto y que para el mismo si se exigen ciertos requisitos que están muy claros para la clase.

Este Reglamente adoptado por el Ministerio jamás fue ni será reconocido y peor aceptado por la UNE Nacional, que ya demandó una acción de protección e inconstitucionalidad y está convocando a una marcha para respaldar esta justa demanda y exigir al gobierno que cumpla con lo que determina la Ley en vigor, es decir se avecinan negros nubarrones en los próximos días que traerán consigo desde las protestas en las calles hasta llamamiento a juicio político a la Ministra de Educación y su posterior destitución.

Mientras tanto el Magisterio segmentado seguirá caminos distintos gracias a la desidia sumada a la ineptitud e ignorancia de este gobierno servil a los intereses internacionales únicamente, sin importarle que, mientras los unos “billeteados” expresarán su conformismo y hasta agradecerán al gobierno, los otros se morderán los labios de la impotencia porque para ellos la equiparación salarial fue solo una quimera.

Todo ello en desmedro de la pretendida unidad del gremio que ahora se ve muy debilitada porque el gobierno supo por fin dividir al magisterio valiéndose de un alza económica por demás justa pero que no llegó a todos; sólo queda que al menos los ciento doce mil maestros que se beneficiarán del alza no les den la espalda ni se vuelvan contra los cincuenta mil excluidos por este gobierno neoliberal.

Autor: Oswaldo Ocampo